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José Mourinho, pensando en esa importantísima vuelta de cuartos de Champions contra el PSG, dio descanso a algunos de sus futbolistas. Hazard, Oscar y David Luiz empezarían el encuentro sentados en el banquillo, esperando su oportunidad por si las cosas se ponían feas. En frente, como visitante, se hallaba el Stoke, que llegaba a Stamford Bridge con la mejor racha de su temporada tras haber conseguido tres victorias consecutivas y cinco partidos sin conocer la derrota.
Los primeros quince minutos estuvieron marcados por la timidez en ataque por parte de ambos. Pero tras ello, poco a poco, el Chelsea iba haciéndose con el control del juego, sin conceder ningún tipo de ocasión al equipo de Mark Hughes. En el minuto 32, Azpilicueta recibió un balón sacado desde la banda, se internó con él hasta la línea de fondo y lo cedió hacia atrás para que Salah, titular hoy, batiese a Begovic con un disparo a media altura. El 42' hubiese sido el minuto que hubiese supuesto el segundo de los locales, obra de Ivanovic, pero fue ilegal, y el linier no dudó en señalar fuera de juego.
En la segunda mitad, Huges buscó modificar el panorama en el que se hallaba su equipo. Dio entrada a Charlie Adam y a Wilkinson. Los 'potters' querían hacer un uso exitoso de su contragolpe y velocidad para coger desprevenidas las espaldas de Matic y Lampard, pero los de Mourinho, excelentes en lo táctico y en lo defensivo, hiceron que eso no ocurriese. En el 59', Hazard, que entró por Schurrle, sacó de provecho un penalti para los suyos. Frank Lampard lo falló, pero supo aprovechar el rechace y no faltó a su cita con el gol.
El Stoke se encontraba hundido, y llegó el tercero. Willian avanzó desde tres cuartos de campo con el balón en sus pies, y tras un bonito recorte a Wilkinson, anotó un auténtico golazo. La puso en la escuadra, imposible para Begovic. A partir de ahí, el Chelsea se limitaba a ampliar la goleada, el Stoke, a no recibir más. Y así, con ese 3-0, se llegó al final.
Los primeros quince minutos estuvieron marcados por la timidez en ataque por parte de ambos. Pero tras ello, poco a poco, el Chelsea iba haciéndose con el control del juego, sin conceder ningún tipo de ocasión al equipo de Mark Hughes. En el minuto 32, Azpilicueta recibió un balón sacado desde la banda, se internó con él hasta la línea de fondo y lo cedió hacia atrás para que Salah, titular hoy, batiese a Begovic con un disparo a media altura. El 42' hubiese sido el minuto que hubiese supuesto el segundo de los locales, obra de Ivanovic, pero fue ilegal, y el linier no dudó en señalar fuera de juego.
En la segunda mitad, Huges buscó modificar el panorama en el que se hallaba su equipo. Dio entrada a Charlie Adam y a Wilkinson. Los 'potters' querían hacer un uso exitoso de su contragolpe y velocidad para coger desprevenidas las espaldas de Matic y Lampard, pero los de Mourinho, excelentes en lo táctico y en lo defensivo, hiceron que eso no ocurriese. En el 59', Hazard, que entró por Schurrle, sacó de provecho un penalti para los suyos. Frank Lampard lo falló, pero supo aprovechar el rechace y no faltó a su cita con el gol.
El Stoke se encontraba hundido, y llegó el tercero. Willian avanzó desde tres cuartos de campo con el balón en sus pies, y tras un bonito recorte a Wilkinson, anotó un auténtico golazo. La puso en la escuadra, imposible para Begovic. A partir de ahí, el Chelsea se limitaba a ampliar la goleada, el Stoke, a no recibir más. Y así, con ese 3-0, se llegó al final.
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