Como Arsène Wenger, la marea local tardó en regresar a sus butacas tras el descanso. Cumplidos los primeros cuarenta y cinco minutos de juego el Emirates guardaba silencio ante la sensación de que la victoria, si aparecía por Highbury, sería para volar hasta el Bridge con la cuadrilla de José Mourinho. El Arsenal, después de tres meses liderando el campeonato inglés, saltó al césped consciente de que una derrota le relegaba al cuarto puesto y el miedo y la voz de la inferioridad volvieron, después de la humillación en el Etihad, a aflorar en las elásticas gunners.
El equipo de José Mourinho cedió la posesión al Arsenal pero incomodó con intensidad y una férrea presión en tres cuartos la salida del cuero del conjunto local; el Arsenal tenía muchos problemaspara salir con el balón y, cuando conseguía acercarse a las inmediaciones del área rival, estuvo falto de lucidez y quedó desbordado una y otra vez con las rápidas transiciones ofensivas del Chelsea. El medio centro Arteta-Ramsey no fue capaz de contener las insistentes salidas del Chelsea y el Arsenal bien pudo irse abajo en el marcador al término del primer período. Frank Lampard, a la media hora de partido, estrelló un trallazo en el travesaño de la potería de Szczesny.
El segundo periodo rezó una tónica similar en su comienzo. El Chelsea, dirigido por un extraordinario Eden Hazard, volvió a apostar por la presión alta y el contragolpe como método para alzarse con la victoria, pero a medida que fue avanzando el cronómetro la intensidad –de la presión del Chelsea, que no del partido- permitió al Arsenal cercar mínimamente el área de Peter Cech. En el encuentro, entre un tono en ocasiones violento –motivado por un excesivamente permisivo M. Dean-, el centro del campo se ambos equipos fue desvaneciéndose para dejar la posesión al Arsenal y la opción del contragolpe al equipo de Stamford Bridge.
En los últimos compases del encuentro –cuando Arsène Wenger aún mantenía en el terreno de juego el once que alineó en un principio y Mourinho ya había dado entrada a André Schurrle y Oscar- llegó la mejor ocasión en el enfrentamiento para el equipo local. Aaron Ramsey, en el partido más nefasto de este curso –en el tono del Arsenal en conjunto-, dejó con un envió excelso a Olivier Giroud ante Peter Cech. El galo, que comenzó la temporada en un estado de forma extraordinario, volvió a errar de cara a portería –ante el Manchester City tampoco estuvo acertado-; el balón se estrelló por fuera de la red de la portería del checo. Cahill, para culminar un partido extraordinario, llegó también antes que el ariete francés en la mejor jugada combinativa del Arsenal. El equipo de Wenger, apoyado en el cansancio del equipo que le rendía visita, terminó bien el partido, pero no pudo hacerse con la victoria.
El empate relega al Arsenal a la segunda plaza, a favor del Liverpool de Luis Suárez; aunque ambos tienen los mismos puntos. El punto, tras el comienzo de partido visto en Highbury, vale a los de Wenger, que ahora encontrarán un calendario a priori más leve. El Chelsea, que perdonó en el primer tiempo, sale del derbi con la cabeza alta; mantiene la cuarta plaza, compartida con el Everton de Roberto Martínez, a dos puntos del liderato.
Ellos son grandes, pero han intentado, muy buen juego! Compré camiseta de Arsenal http://www.camisetafc.com/camisetas-20132014-arsenal-mujer-p-767.html, muy agradable
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