Dice el proverbio que la venganza es un plato que se sirve frío. En el caso de Chelsea y Basilea llega muy caliente. Apenas hace cuatro meses, los 'bleus' echaban a los azulgranas del gran sueño suizo de alcanzar una final continental. El doble enfrentamiento de semifinales de la Europa League entre ambos conjuntos se saldó con un 5-2 global merced a dos victorias en el lado de los londinenses. Una eliminatoria que sirvió de antesala para el título final que alzaba Rafa Benítez en el estreno para los de Stamford Bridge en el palmarés de este torneo.
La nueva temporada ha cambiado el panorama que se vivió en mayo. José Mourinho ha regresado a Londres para liderar otro nuevo megaproyecto de Roman Abramovich. Amores que vuelven. Como el regreso de Eto'o a los brazos del entrenador portugués. Aunque su llegada ha coincidido con la primera derrota de los azules en la Premier -ante el Everton-, el camerunés pone la guinda a un plantel que rebosa calidad y variantes en el tercio final del terreno de juego, donde se deciden los partidos.
El banquillo helvético sigue ocupado por el joven Murat Yakin, también ex jugador del club, quien ha tenido que tirar de ingenio -situación habitual en la entidad- para rediseñar un equipo titular que había vuelto a sufrir su tradicional fuga de estrellas a final de curso. La cantera y los fichajes de bajo desembolso, pero gran rendimiento, compensan otro año un posible desequilibrio en la maquinaria suiza. Eso sí, Marco Streller continúa capitaneando un buque al que se sube de nuevo Matías Delgado en el papel de hijo pródigo.
El Basilea quiere dar la campanada en un grupo complicado -Schalke y Steaua cierran el cuarteto-, donde cualquier detalle puede proporcionar una valiosa victoria. El crecimiento experimentado por el equipo en la última década va paralelo a su madurez en el torneo continental donde Celtic, Juventus, Liverpool o Deportivo pueden dar cuenta de este lobo disfrazado de 'caperucita'. Mourinho está advertido, él sabe como nadie que en Champions no hay lugar para las concesiones y que la revancha es continua.
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