sábado, 6 de abril de 2013
Mourinho 'Shore'
Hace ya mucho tiempo que el debate de si Mourinho es buen o mal entrenador, si es un fenomenal estratega o no, o si es buen fichador o no, dejó de ser lo importante en esta película. Si sigue pensando en primer lugar en las tácticas de Mourinho, en sus planteamientos o en sus alineaciones, le envidio, pero no se ha enterado de nada. Se está perdiendo uno de los mayores fenómenos sociales contemporáneos. Bienvenidos a ‘Mourinho Shore’, el reality show más grande jamás contando en el mundo del fútbol después de David Beckham.
Pocos han entendido mejor que José Mourinholos tiempos que corren en el fútbol. Casi ninguno explota su imagen de marca y mediática mejor que el portugués. Mourinho es alguien capaz de generar sus propios contentidos. De inventarlos. Sus manidos viajes a Londres son un clásico en ‘Mourinho Shore’. Cada poco, generalmente coincidiendo con fechas FIFA, The Special One es capaz de focalizar todo el interés mediático de un plumazo en su figura con algo tan simple como un viaje de fin de semana con su mujer. Eso yun par de declaraciones ambiguas sobre su futuro (otro clásico) y el capítulo ya está listo para emitirse.
No sería esto posible sin la complicidad interesada de la prensa. Les voy a contar un entresijo de redacción. Cuando existía la duda razonable sobre si sería Mourinho o Karanka quien comparecía ante los medios, y se confirmaba que era el segundo, se escuchaba un ‘mierda, no sale Mourinho’. No se puede negar la importancia de ‘Mourinho Shore’ en los medios virtuales, ni en prensa, radio o televisión. Mourinho es igual a más clicks, más espectadores, más oyentes. Y eso es igual a más ingresos por publicidad. Simple. La prensa necesita a Mourinho y ‘Mourinho Shore’ necesita de la prensa. Retroalimentación mediática constante.
Como la telebasura, ‘Mourinho Shore’ es el paquete estrella de todos los medios deportivos. Porque ojo, aquí, como en la telebasura también, todos somos partícipes. Mourinho que lo fomenta, los medios que lo ponen y sobre todo, los lectores, televidentes u oyentes que lo sustentan. No seamos esnobistas y reconozcámoslo de una vez: Una frase de Mourinho es más importante que un partido del Getafe, el Granada o el Zaragoza y que toda la ACB y la Liga Asobal juntas.
¿Y cómo olvidar a mis queridos tuiteros? ‘Mourinho Shore’ alcanza su plena exuberancia social en la red de los 140 caracteres. Muchos anónimos o personas que no viven de la prensa, tuitean en tiempo real sus ruedas de prensa, comentan cada aparición suya en un medio extranjero, fiscalizan cada acto subversivo hacia su estrella y le dan el mismo apoyo que las Bielibers a Justin. #YosoydeMou es un hastag cíclico. Como sus viajes a Londres. La abortada marcha pro-Mourinho a la que el socio compromisario Toñin 'el torero' dio vuelo y forma a través de Twitter es un ejemplo de la pasión rayana en el fervor juvenil por el portugués.
Mourinho ha convertido su vida en un reality show en el que el personaje iguala o supera al entrenador de fútbol. Lleva soslayando su salida tres años y aun así se organizan peregrinajes suplicando su permanencia. Ha conseguido que se saque pecho por el hecho de llegar a semifinales de la Champions League en un club que tiene nueve trofeos de campeón. Se ha subrayado por encima de mitos vivientes de la institución. Se especula más sobre su futuro de lo que se habla sobre su presente. Gran Hermano celebra su edición catorce en España, un récord en Europa. Y eso no es culpa ni de la crisis, ni de Wert, ni del sistema educativo. O quizás si. Si el programa de la trasnochada Milá, con una caterva de cuatreros elegidos al azar es capaz de aplastar el share, qué no iba a conseguir 'Mourinho Shore', un reality protagonizado por un personaje fascinante como pocos.
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