Se daban cita hoy en Londres, en Stamford Bridge concretamente, dos equipos con objetivos muy diferentes. Un Chelsea que quiere lograr esa cuarta plaza (van quintos) que les de acceso la temporada que viene a la Champions League y un Sunderland que busca continuar otro año más en la Premier League y huir de la peligrosa zona baja de la tabla.
Arrancaba el encuentro con unos “Black Cats” algo timoratos y un Chelsea llevando la manija del encuentro, dominando por las bandas con Hazard y Oscar y en el centro con unMata que sigue en forma y una línea defensiva muy adelantada ante la pasividad del ataque del Sunderland. La primera parte pasaba entre ataques largos de los “blues” y veloces contras que lanzaban los de Di Canio, que debutaba como técnico del Sunderland, aprovechando la velocidad de Sessegnon. Mención a parte merece la brutal entrada, tijera por detrás, de Gardner a Demba Ba mediada la primera parte, una entrada que solo podría quedarse sin tarjeta en una liga como la inglesa, donde se permite un mayor contacto físico. Parecía que la primera mitad se quedaría sin goles cuando Adam Jonhsonbotaba un corner que remataba en el primer palo O'Shea y Azpilicueta, en un intento de despeje bastante deficiente, termina introduciendo la pelota en su propia portería, poniendo por delante al Sunderland justo antes de encarar la bocana de vestuarios para el descanso.
Entró Torres por Demba Ba en la segunda parte y Benítez estuvo acertado con el cambio. En el 46 lanzaba un veloz contra, corriendo por banda y dejándosela a Oscar dentro del área que le pega a puerta pero es parada por Mignolet aunque su despeje golpea enKilgallon y el balón entra lenta y mansamente en la portería. Empate en el electrónico y el Chelsea volcado al ataque para remendar una insulsa primera parte.
Y fruto de esa intensidad atacante vino el segundo del Chelsea: un balón que sale despejado por la defensa del Sunderland lo recoge David Luiz en la frontal de área y la rompe, aunque Ivanovic está en medio y, en un movimiento mitad suerte mitad intención desvía la pelota con el tacón y engaña a Mignolet.
Tras el 2-1 el Chelsea de dedicó a dormir el partido, esperando que pasaran los minutos y que llegasé el final del encuentro para lograr su segunda victoria en casa en lo que va de semana (ya le ganó al Rubin en Europa League el jueves) y seguir con sus opciones intactas de lograr estar en Champions la temporada que viene. Por contra el Sunderland, que se las prometía muy felices tras el 0-1 al borde del descanso pero que termino lamentando su mala suerte, tendrá que seguir luchando para conseguir la permanencia.
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