Que José Mourinho se marchó de España poco más que a palos y siendo odiado por más de medio país lo sabe hasta la persona más escondida del pueblo más remoto de nuestro territorio. Su dedo en el ojo a Tito Vilanova, sus continuas salidas de tono en rueda de prensa, sus protestas, su actitud jactanciosa o sus enfrentamientos con un símbolo de nuestro país como Iker Casillas, así como los malos resultados de la última campaña, lo condenaron al ostracismo y a verse en la obligación de cambiar el clima mediterráneo-continental de Madrid, por la lluvia y el cielo gris de Londres.
A él le ha venido de perlas y sólo hay que fijarse en cómo acudió ayer a la rueda de prensa en el Etihad. Entró sobrado, como el que pasea por el jardín de su casa, se sentó, contestó a un buen puñado de preguntas (unos diez minutos si no más) y congenió con todos los periodistas de la sala entre
bromas y declaraciones “made in Mou”. Nada que ver con España, dónde la tensión podía cortarse cada vez que el luso se disponía a responder las cuestiones de la prensa.



Lejos de ser el Chelsea rácano y sucio que vimos en partidos como los de Old Trafford y el Emirates, losBlues ayer querían conseguir la victoria. Mourinho colocó un doble pivote, formado por David Luiz y Matic, que atosigó el juego entre líneas de los de Pellegrini. Silva no la olió ante la presión del rival y Touré fue de más a menos ante el entramado formado por el portugués. El City volcaba el balón a las bandas y en el juego aéreo se hacían fuerte los defensas Blues. Los ataques corrían a cargo de Hazard, William, Eto’o y Ramires, que se unía al trabajo
de anulación cuando tocaba defender.

Con contragolpes vertiginosos y un muro infranqueable en el que brilló cada pieza del puzzle de Mourinho, el Chelsea se llevó la primera victoria del Etihad en lo que llevamos de Premier League y frenó al mejor ataque de la competición (no se había quedado sin marcar en ningún partido como local). . Durante la segunda parte
comencé a reír, mientras que el compañero de al lado me preguntaba, ¿por qué te ríes? Porque es cómo ver al Real Madrid todos estos años
.


Mourinho será muchas cosas fuera del campo, pero dentro sigue siendo un fenómeno. Un hombre capaz de comprometer a un vestuario por una causa y sacar el 100% de cada futbolista que compone su equipo, cada soldado dándolo todo por cumplir la función que le ha encomendado su comandante. Sacrificio, entrega, sentido táctico y carácter ganador. Así son los equipos de Mourinho, un grandísimo entrenador. Eso sí, en rueda de prensa: “Les hemos ganado los dos partidos pero ellos tienen mejor plantilla y son favoritos para
el título”. Así es él.

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