Esta era la cuarta vez que se enfrentaban ambos conjuntos en la historia de la F. A. Cup con una victoria para el Boro y dos triunfos para los londinenses, entre ellas la final de Copa de 1997 que terminó con 2-0 y cuyo marcador fue abierto por Roberto Di Matteo, el deseado técnico por la afición 'bleu' que les hizo campeón de Europa desde el banquillo y que ha sido sustituido en su cargo por un Rafa Benítez que parece tener pocos apoyos en las gradas de Stamford Bridge.
Las dos anteriores visitas del Chelsea al Riverside Stadium se habían saldado a favor de los azules, 0-5 en 2008 y 0-2 en 2007. Con las estadísticas de respaldo y bajo su condición de club de Premier League, ante un conjunto de la Championship (segundo nivel del fútbol inglés), los visitantes trataron de controlar territorialmente el encuentro. Un dominio poco productivo en cuanto a ocasiones acumuladas, impreciso y estéril.
McDonald, a los 25 minutos, firmó la mejor ocasión para el Boro y la más clara en lo que se llevaba de choque. Una preocupante noticia para el equipo de Rafa Benítez que seguía llegando con torpeza y malas decisiones al área rival. Mientras el Middlesbrough, a su ritmo, sumaba otra oportunidad para seguir soñando. La primera mitad se cerraba con muchas dudas en ambos lados aunque mejores sensaciones para los locales por su papel de cordero ante uno de los lobos de la Premier en este duelo de quinta ronda, octavos de final de la Copa inglesa.
No había mejorado el partido en la segunda mitad pero a los 51 minutos una internada de Oscar permitía a Benayoun controlar y ceder el balón a Ramires que encontraba puerta con su disparo y así batir a Steele, previo ligero golpeo en la espalda de Torres. Los 'bleus' se quitaban un peso de encima en un choque feo e incomodo que se podía haber enquistado en cualquier jugada.
La entrada de Hazard animó el ataque de los londinenses, mostrando su intención de anotar desde el primer momento. Un premio que pudo llegar a falta de quince minutos, pero que terminó en una generosa asistencia a Moses para que marcara el nigeriano. La segunda diana ponía la tranquilidad definitiva para los 'bleus' quienes tendrán en próxima ronda una eliminatoria de categoría, nada más y nada menos que el Manchester United en Old Trafford. Una final anticipada para cuartos. Esta es la magia de la F. A. Cup.
McDonald, a los 25 minutos, firmó la mejor ocasión para el Boro y la más clara en lo que se llevaba de choque. Una preocupante noticia para el equipo de Rafa Benítez que seguía llegando con torpeza y malas decisiones al área rival. Mientras el Middlesbrough, a su ritmo, sumaba otra oportunidad para seguir soñando. La primera mitad se cerraba con muchas dudas en ambos lados aunque mejores sensaciones para los locales por su papel de cordero ante uno de los lobos de la Premier en este duelo de quinta ronda, octavos de final de la Copa inglesa.
No había mejorado el partido en la segunda mitad pero a los 51 minutos una internada de Oscar permitía a Benayoun controlar y ceder el balón a Ramires que encontraba puerta con su disparo y así batir a Steele, previo ligero golpeo en la espalda de Torres. Los 'bleus' se quitaban un peso de encima en un choque feo e incomodo que se podía haber enquistado en cualquier jugada.
La entrada de Hazard animó el ataque de los londinenses, mostrando su intención de anotar desde el primer momento. Un premio que pudo llegar a falta de quince minutos, pero que terminó en una generosa asistencia a Moses para que marcara el nigeriano. La segunda diana ponía la tranquilidad definitiva para los 'bleus' quienes tendrán en próxima ronda una eliminatoria de categoría, nada más y nada menos que el Manchester United en Old Trafford. Una final anticipada para cuartos. Esta es la magia de la F. A. Cup.
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