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jueves, 6 de febrero de 2014

José Mourinho sigue siendo el mejor en lo suyo



Que José Mourinho se marchó de España poco más que a palos y siendo odiado por más de medio país lo sabe hasta la persona más escondida del pueblo más remoto de nuestro territorio. Su dedo en el ojo a Tito Vilanova, sus continuas salidas de tono en rueda de prensa, sus protestas, su actitud jactanciosa o sus enfrentamientos con un símbolo de nuestro país como Iker Casillas, así como los malos resultados de la última campaña, lo condenaron al ostracismo y a verse en la obligación de cambiar el clima mediterráneo-continental de Madrid, por la lluvia y el cielo gris de Londres.

A él le ha venido de perlas y sólo hay que fijarse en cómo acudió ayer a la rueda de prensa en el Etihad. Entró sobrado, como el que pasea por el jardín de su casa, se sentó, contestó a un buen puñado de preguntas (unos diez minutos si no más) y congenió con todos los periodistas de la sala entre bromas y declaraciones “made in Mou”. Nada que ver con España, dónde la tensión podía cortarse cada vez que el luso se disponía a responder las cuestiones de la prensa.

El técnico de Setúbal, además de ser un “showman” o el "puto amo" como le denominó Guardiola en cuanto a las comparecencias ante los medios, también sigue siendo el mejor en lo suyo, en su juego. Quizás una de las cosas más bonitas de este hermoso deporte llamado fútbol, reside en el hecho de las mil y una maneras en las que se puede practicar, la multiplicidad de estilos con los que se puede afrontar un encuentro. Mourinho anoche, volvió a dar una clase magistral.

Lejos de ser el Chelsea rácano y sucio que vimos en partidos como los de Old Trafford y el Emirates, losBlues ayer querían conseguir la victoria. Mourinho colocó un doble pivote, formado por David Luiz y Matic, que atosigó el juego entre líneas de los de Pellegrini. Silva no la olió ante la presión del rival y Touré fue de más a menos ante el entramado formado por el portugués. El City volcaba el balón a las bandas y en el juego aéreo se hacían fuerte los defensas Blues. Los ataques corrían a cargo de Hazard, William, Eto’o y Ramires, que se unía al trabajo de anulación cuando tocaba defender.

Con contragolpes vertiginosos y un muro infranqueable en el que brilló cada pieza del puzzle de Mourinho, el Chelsea se llevó la primera victoria del Etihad en lo que llevamos de Premier League y frenó al mejor ataque de la competición (no se había quedado sin marcar en ningún partido como local). . Durante la segunda parte comencé a reír, mientras que el compañero de al lado me preguntaba, ¿por qué te ríes? Porque es cómo ver al Real Madrid todos estos años.

Mourinho será muchas cosas fuera del campo, pero dentro sigue siendo un fenómeno. Un hombre capaz de comprometer a un vestuario por una causa y sacar el 100% de cada futbolista que compone su equipo, cada soldado dándolo todo por cumplir la función que le ha encomendado su comandante. Sacrificio, entrega, sentido táctico y carácter ganador. Así son los equipos de Mourinho, un grandísimo entrenador. Eso sí, en rueda de prensa: “Les hemos ganado los dos partidos pero ellos tienen mejor plantilla y son favoritos para el título”. Así es él.

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