El Chelsea ha perdido por 1-0 en su visita al campo del Steaua de Bucarest. Los de Rafa Benítez mostraron su peor repertorio quizá cuando más falta le hacía, y el resultado fue un partido para olvidar. Mucho tendrán que cambiar los ‘blues’ si quieren avanzar en la Europa League, ya que el equipo evidenció una falta de intensidad alarmante. Probablemente lo mejor de la noche fue el resultado, que le deja completamente vivo para el partido en Stamford Bridge.
El comienzo del partido dejó claras las intenciones de ambos equipos. Mientras el Steaua salió a morder y a buscar el arco rival, parecía que el Chelsea no se había bajado del autobús. Los rumanos dispusieron de varias ocasiones en sólo 15 minutos. Por su parte, la primera jugada de los ingleses no llegó hasta el minuto 20, sin apenas peligro para la meta de Tatarusanu, uno de los mejores del Steaua. El brasileño Óscar y el belga Hazard, que debían llevar la manija del equipo, estuvieron desaparecidos.
La justicia iba a llegar al marcador en el minuto 34, después de un agarrón dentro del área de Bertrand a Rusescu. El penalti se encargaría de transformarlo el propio Rusescu. A pesar de adivinar el lado, Peter Cech vio cómo le superaba un disparo muy ajustado al palo. El gol era el premio justo para las intenciones de un Steaua que estaba creando mucho peligro, sobre todo por la izquierda, mediante las llegadas de Cristian Tanase. Sin embargo, sólo cinco minutos después pudo llegar el empate, tras un disparo de Benayoun que evitó Tatarusanu con una mano milagrosa.
El marcador llegó con el 1-0 al descanso. Tras la reanudación, se esperaba un Chelsea más agrasevio, pero no. Hazard seguía desaparecido y muy impreciso. Era un reflejo del equipo, que se encontraba muy incómodo sobre el campo y con poca intensidad. Benítez pensó que Mata podría darle más claridad al juego, y metió al español en el 64, aunque debió contagiarse de la apatía general, y no resultó el revulsivo que se esperaba.
Los últimos diez minutos fueron los mejores del Chelsea. No fruto del buen juego, sino de arreones que acababan en jugadas aisladas, bien resueltas por un inspirado Tatarusanu, que seguía obcecado en que en su portería no entrase ningún balón. Al final, el Chelsea se vuelve de vacío a Londres, y tendrá que apelar a la remontada en Stamford Bridge. Mucho tendrán que cambiar los de Rafa Benítez, después de una de las actuaciones más grises que se le recuerdan.
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