Guardiola ha comenzado su pretemporada. A partir de que en la Gala del Balón de Oro diera a conocer que su año sabático estaba por terminar, los reflectores mediáticos no han parado de preguntarse dónde irá a parar el técnico más cotizado del orbe. Unos lo ponen en Alemania; otros en Inglaterra. Desde su círculo cercano se niegan a validar cualquier información, desmienten incluso a un intrépido patrocinador que se atrevió a presumir que Pep estaba firmado con el Bayern Munich.
Su deseo de dirigir en Inglaterra nunca ha sido un secreto, pero hoy se encargó de lanzar un nuevo guiño, de caminar hacia el país que dio orden al futbol. En una entrevista para el canal de video de la Football Association, el ex de Barcelona reconoció que el ambiente que se vive en la Premier League lo seduce. Si se quedó con ganas de sentir esa adrenalina como jugador, no desea permitir que le ocurra lo mismo como entrenador.
“El ambiente en Inglaterra es fascinante. La gente en Italia, el aficionado latino, te mata cuando pierdes, en cambio en Inglaterra es asombroso cómo te apoyan hasta el último momento. Por eso me gustaría tener la oportunidad y el reto de entrenar ahí”, dijo sin titubeos, dando a entender que su voluntad y deseo es recalar ahí donde a José Mourinho aún se le extraña.
En inglés, como alumno que se pone a prueba en una clase abierta al pública, Pep recordó sus experiencias en suelo inglés. Rememoró su visita como jugador al viejo Wembley y se adelantó en el tiempo para también remembrar la segunda Champions League que obtuvo ante el Manchester United en el viejo Wembley. “Soy un hombre por haber podido disputar dos finales en Inglaterra, dos finales en Wembley, en el nuevo y en el viejo”, mencionó el hombre que a todos seduce.
El misterioso futuro de Pep es uno de los grandes melodramas del futbol. Mientras ese día llega, los rumores seguirán flotando en el aire, pero nadie podrá decir que a él le ha faltado claridad.
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