miércoles, 7 de noviembre de 2012
Chelsea-Shakhtar Donetsk: El advenedizo amenaza al campeón, y lo más interesante del miércoles en Champions
El fútbol del este de Europa, propulsado en la última década por inversiones mastodónticas, sigue buscando su nicho en la Champions League. Tras el éxito en la Europa League de experiencias piloto como el Zenit, campeón en 2008, el Shakhtar Donetks, triunfador un año después, ha tomado con todas las credenciales el título oficioso de esperanza del este. Encuadrado en un grupo con el Chelsea, vigente campeón, y la Juventus, el mejor equipo de Italia, el conjunto ucraniano se ha desmarcado como el equipo más potente del lote.
No quedan dudas de la competitividad de un bloque que enmudeció Delle Alpi y desarboló al Chelsea en el majestuoso Donbass Arena. El equipo de Di Matteo, errático aun, y que todavía tiene que viajar a Turín, se enfrenta al precipicio de una eliminación prematura. La que puede desencadenar el Shakhtar al tiempo que se sitúa por derecho propio en el segundo escalón de contendientes para conseguir el título. Asentado en una columna vertebral con Srna, uno de los mejores laterales diestros del mundo acuchillando la banda, y un esqueleto formado por jugadores briosos como Alex Teixeira, Fernandinho, William o Luiz Adriano, tiene todo el Shakhtar para volver a maniatar al Chelsea, al que no dio opción de réplica en Ucrania. Ni Hazard, ni Mata, ni Oscar tuvieron vuelo, lastrados por un centro del campo que perdió la batalla con los atildados centrocampistas del Shakhtar. En la casa del campeón, los ucranianos tienen en noventa minutos una revalida mental que derrumbe las pocas murallas que ya puede encontrarse este equipo al frente.
Benfica-Spartak de Moscú: Unai Emery, cuestionado hasta la saciedad en Rusia, se aferra con fuerza a la Champions League, en la que el democratizado segundo puesto que ha propiciado la dictadura del Barcelona, es una vía más que factible. Más tras la victoria de la pasada jornada ante el Benfica, equipo que cierra el grupo y al que rinde visita. Quizás es una de las decepciones de la temporada, dada la textura del grupo, que los lusos tengan sólo un punto. Obligados a vencer y a hacer lo propio en dos semanas ante el Celtic, también en Lisboa, el Benfica no encuentra el rumbo tras las marchas de Witsel y Javi García, dos de los factores que llevaron al equipo hasta los cuartos de final en la pasada edición del torneo.
Juventus-Nordsjaelland: No hay margen de error ya para el campeón italiano, que sólo acumula tres puntos en sendos partidos. El empate en Noruega, en el que el campeón italiano encabezó un asedio estéril que sólo le condujo al empate, no puede permitirse un derrape más. Terminada su imponente racha de imbatibilidad en el Calcio, que se quedó en las inmediaciones del medio centenar de partidos, la Champions League era el objetivo prioritario de la temporada. No se le exige ganar la competición a la Juventus, ausente de la aristocracia continental desde el escándalo del Moggigate, no obstante, la eliminación a las primeras de cambio sería un revés duro para un conjunto que tiene que demostrar que su dominio doméstico no es sólo una consecuencia de la debilidad del campeonato local. Los noruegos, por su parte, son la comparsa del grupo, un equipo noble en el esfuerzo que tratará de rascar lo que pueda de un escenario que para ellos ya es un premio.
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