El Chelsea sabía que no podía fallar, era su oportunidad pare alzarse al liderato y no dejó pasar la oportunidad de vencer por 3-0 a un gris Newcastle Las "urracas" nunca llegaron a entrar en el partido atenazados por un sistema ultradefensivo que puso las cosas demasiado fáciles a los chicos de José Mourinho.
Desde el principio los visitantes fueron un juguete frágil en las manos de un Chelsea crecido tras la derrota del Arsenal en Anfield Road. No iban a fallar, sobre todo porque, Eden Hazard no lo iba a permitir. El belga volvió a estar antológico entre líneas y cayendo a banda, siendo el ejecutor de unas preciosistas combinaciosn que desarbolaban con facilidad la defensa de Pardew.
Doblete antes del descanso para sentenciar el partido del "17", uno tras rematar desde el punto de penalti un centro atrás y el segundo tras culminar la que posiblemente ha sido la mejor pared de los últimos tiempos en la Premier League, con taconazo de Eto'o incluido. La segunda parte prometía el mismo guión con unas "urracas" con poquísimos argumentos debido a sus importantes bajas.
A medio gas, el Chelsea haría el tercero en la segunda mitad gracias a un penalti que valdría a Hazard para redondear otro partido mágico. El mediapunta engañó a Krul y dejaba sentenciado el choque. Los últimos minuros sirvieron para ver el debut de Salah y confirmar que José Mourinho se sitúa otra vez en la cima del fútbol inglés.
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