Stamford Bridge recibía a Rafael Benítez no como el salvador de una próxima eliminación de la Champions League, si no como si fuera un enemigo que se cuela en casa con la intención de llevarse la vajilla de plata. Los socios del Chelsea no olvidan ciertos comentarios del español cuando entrenaba al Liverpool, dejando a los “supporters” blues de pobres aficionados sin corazón ni alma. En lo futbolístico destacaba la vuelta a la titularidad de su niño bonito en su era “red”, Fernando Torres.
Durante toda la primera parte el partido contó con un gran ambiente y una tensión inigualable al ser unos puntos vitales para seguir en la lucha por la Premier. El Manchester City empezó controlando en mayor medida el encuentro, pero esto no le reportó ningún ya que no se creaban acciones de peligro en ninguna portería. Los aficionados neutrales se disponían a degustar de una cena en el mejor restaurante del mundo pero veían como el cocinero no sacaba el plato. Todo dispuesto pero el fútbol no llegaba. El ritmo del partido no fue lo que se esperaba del cuarto y segundo clasificados.
El partido de convirtió en un conjunto de ocasiones generadas por errores defensivos e imprecisiones tácticas más que por sus aciertos. No hubo sensación de que alguien pudiera desequilibrar la balanza por sus propios medios. La media tan creativa del Chelsea, formada por Oscar, Hazard y Mata no estuvo al nivel que demuestran los fines de semana en Inglaterra, y pareció que salieron con la empanada habitual de mitad de semana.
Por su parte Mancini no varió nada su juego habitual, y Mancini parecía hasta complacido con el empate. Perdía el liderato a favor de su vecino de Manchester pero sacaba un empate de una siempre difícil visita a Londres. Se confirma también la maldición de Dzeko, que parece que si no sale como revulsivo no consigue marcar las diferencias.
En definitiva pudimos ver un partido nada brillante de ambos donde ambos salieron a no perder y lo consiguieron. El público fue el más perjudicado y los seguidores Blues mostraron su escepticismo con un nuevo entrenador que visto lo visto va a tener un duro trabajo por delante para imprimir su sello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario